El entorno empresarial continúa en una prueba de estrés. En ese máximo desafío, se ha demostrado la resiliencia del sector de manufactura. En medio de la turbulencia de un entorno de crisis, los esfuerzos de continuidad operativa se robustecen y permiten avanzar en nuevas estrategias de innovación que moldea una fábrica reinventada, optimizada y digitalizada.
Ahora, el sector de manufactura está fabricándose, en un proceso complejo y exigente, pero finalmente, son expertos en ese arte.
La tecnología, rediseño del trabajo, los impactos económicos- costos, los retos de la cadena de suministros, una mayor orientación a indicadores sociales, medioambientales y de gobernanza (Modelo ESG por sus siglas en inglés), figuran como las bases del nuevo ecosistema de operación que emerge para el sector. Si antes se estudiaban los riesgos de la estrategia, en este punto de la historia, las estrategias parten de la anticipación de riesgos y el éxito en la velocidad para convertirlos en oportunidades.
La ruta ganadora de la optimización, por tanto, exige mucho más que mostrar ingresos y superar la crisis. Todo tiene un límite incluido el planeta, por esto la ética y el compromiso genuino, así como la rendición de los impactos significativos en ESG, darán réditos mayores.
Las palancas que mueven las máquinas de fabricación ya no son solo las digitales, la precisa calibración de fuerzas entre máquina, persona, ambiente son los nuevos catalizadores.
Si bien el macroentorno exige la transformación, serán los cambios internos en las compañías las que logren la reinvención.
La misma mentalidad y cultura de la planta debe evolucionar, el modelo de redarquía (redes de equipos que escapan de los silos) sustituye a la jerarquía, debe impregnar la fábrica del futuro: la necesidad de agilidad detonará cambios estructurales que derivan en mayor crecimiento, flexibilidad y autonomía de los equipos y las personas, capaces de generar aprovechamiento tecnológico y con ello crecer.
En la nueva dinámica no existe opción, todos pueden participar, pero solo aquellos que quieran ganar deben acelerar el ritmo de la reinvención, en una carrera que pone más distancia entre los primeros lugares y el resto de los jugadores.
Los cambios que deben suceder en las “líneas de producción” son complejos pero urgentes para lograr un fábrica más sostenible y competitiva. Desde el talento estas son las tendencias.
La recalibración de las “líneas de producción” permitirá la producción de fábricas inteligentes, sostenibles y exitosas con un adecuado equilibrio hombre- máquina, para esto necesitamos líderes visionarios que adelanten el 2030 y lo construyan ahora, abrazando los datos, la tecnología, pero sobre todo el cambio de mentalidad y operativa de la fábrica, como impulsores del bienestar y desarrollo humano, única maquinaria posible para la nueva productividad y éxito.