La investigación subraya el impacto significativo de los bienes dañados en compradores y minoristas durante el periodo de tiempo más activo de comercio electrónico.
Según los resultados de la investigación, más de un tercio de los británicos (34%) realizaron compras en el Black Friday y el Cyber Monday. La investigación se realizó en línea sobre 2.000 adultos y fueron consultados por sus compras online en el último año.
Casi la mitad de estos consumidores (47%) informaron haber recibido daños en los artículos que compraron por medios digitales durante los últimos 12 meses.
Los consumidores abrieron aproximadamente tres artículos dañados cada uno, lo que supone un coste acumulado de 8.000 millones de libras esterlinas, equivalente a 10 millones de dólares americanos.
DS Smith prevé un aumento de las compras online durante noviembre, esperando que se devuelvan más de 76 millones de cajas.
Magnus Renman, director de I+D del grupo DS Smith, destaca los efectos perjudiciales de las entregas dañadas sobre consumidores y minoristas: “Las entregas dañadas son una pérdida
para todos los involucrados: los compradores se frustran y los minoristas tienen que lidiar con la dificultad de procesar devoluciones", dijo.
DS Smith emplea tecnología avanzada de pruebas de impacto y estrés sobre sus envases, como respuesta a los desafíos que plantean las entregas dañadas.
La tecnología, llamada Drop, Impact, Shake, Crush y Shock (DISCSTM), replica la cadena de suministro en condiciones reales. Al comprender las fuerzas G experimentadas por paquetes durante el tránsito la compañía pretende mejorar diseño de embalaje y proteger mejor los artículos frágiles, explica su director de innovación.
“Recreamos esas condiciones en el laboratorio para poner los envases a través de sus pasos y luego hacer todo lo que podamos para ayudar y proteger el producto en el interior y exterior.
Los equipos han descubierto que a través de un diseño inteligente, hay maneras para limitar los daños, utilizar menos material y hacerlo todo sin plástico“, dijo.
DS Smith detalla que la prueba de caída ha demostrado ser una medida fundamental para desarrollar mejores embalajes para mercancías frágiles. “Los productos deben resistir 17 caídas seguidas antes de ser considerados lo suficientemente protegido para mantener su integridad.
“Cada caída permite a los expertos para examinar los puntos de la caja que necesitan fortalecerse para sobrevivir el viaje hacia el cliente“, destaca el envasador.
Al recrear los “peligros” de la cadena de suministro, el equipo de DS Smith adjunta acelerómetros a los paquetes para determinar qué niveles de aceleración están experimentando en tránsito. Las investigaciones han demostrado que un paquete en línea típico sufre fuerzas G que miden hasta un “astronómico” 50 Gs.
“Esto es más de cinco veces el nivel de fuerzas G que provoca que un astronauta experimentado pierda el conocimiento (en 9G) y diez veces más fuerzas G que las experimentadas en una montaña rusa (con 5G)”, amplía la investigación.
Ahora, mientras los consumidores se preparan para las compras navideñas temporada, la investigación sirve como recordatorio de la necesidad de soluciones de embalaje resistentes en una era de comercio electrónico en auge.