En las primeras líneas del Global Risk Report 2023, elaborado por el Foro Económico Mundial, se puede casi textualmente que medida de que “avanzamos en el nuevo año el mundo se enfrenta a un conjunto de riesgos que se sienten completamente nuevos y extrañamente familiares.
Vimos la vuelta de los riesgos “más antiguos”: inflación, crisis del costo de la vida, disturbios sociales generalizados, confrontación geopolítica y el espectro de la guerra nuclear(.) Estos se están ampliando por los desarrollos comparativamente nuevos en el panorama de riesgos globales, incluidos los niveles insostenibles de deuda, el desarrollo rápido y sin restricciones de tecnologías de doble uso (civiles y militares) y la creciente presión de los impactos y las ambiciones del cambio climático en una ventana cada vez más pequeña para la transición a un mundo de 1,5 ° C. Juntos, convergen para dar forma a una década única, incierta y turbulenta por venir“.
Enfatiza el reporte en dos aspectos. 1. El costo de vida sobresale entre los riesgos globales en los próximos dos años, 2. El fracaso de la acción climática domina la próxima década.
Este es el mundo en que vivimos y hacemos negocios hoy. Los temas destacados antes, además marcan sin duda el universo de accionar del mercado del packaging y el cartón corrugado, por cuanto, la demanda de cajas de cartón está relacionada directamente con el consumo, y el compromiso con las acciones de sustentabilidad de las industria, y que está en el ADN mismo del cartón.
“Desde Numera consideramos que el pico de inflación ya pasó, y esperamos que siga cayendo en 2023, permitiendo el inicio de un ciclo de normalización de tasas en la región. Es probable que haya una desaceleración del crecimiento regional sin necesariamente experimentar contracción“, dijo Guadalupe Carracedo, analista de mercados la firma.
Indicó, además, que entre enero y agosto de 2022, en América Latina observamos un crecimiento en la producción de cajas corrugadas del 2.1% interanual, un desempeño notable si se considera que la demanda se contrajo en otras partes del mundo, como Norteamérica y Europa.
“El desempeño fue desigual entre los países que componen la región latinoamericana, así como los factores que lo explican. En México la producción de cajas creció gracias al consumo doméstico y a pesar de la desaceleración en la demanda estadounidense. En contraste, la demanda de cajas en Brasil fue débil debido a la normalización de las ventas minoristas, luego de dos años de consumo muy elevado impulsado por transferencias desde el gobierno. Por su parte, en Colombia, Perú y Chile tuvo lugar un sobrecalentamiento de la economía que impulsó más de lo esperado la demanda de cajas corrugadas, al menos hasta la primera mitad de 2022“, amplió.
En otras palabras, mientras que la industria cartonera creció fuertemente a nivel de Latinoamérica, dicho crecimiento fue heterogéneo entre las sub-regiones que la componen.
De acuerdo con Carracedo, un factor común presente en la segunda mitad de 2022-y que se mantendrá este año- es el deterioro de las condiciones económicas en todos los países latinoamericanos. Un deterioro que no implica necesariamente contracción de la actividad económica, pero sí su desaceleración, y esto se verá reflejado en una producción de cajas más débil en 2023.
“En México y los países centroamericanos, la exposición a una menor demanda de productos desde EE.UU. implicará una desaceleración en la producción de cajas corrugadas. En América del Sur, una combinación de factores debilitará el ritmo de crecimiento: el enfriamiento de la demanda doméstica debido a la incertidumbre política, la lucha contra la inflación y un crecimiento económico global más débil“, indicó.
Frente al debilitamiento de las condiciones económicas esperado para el 2023, la especialista se muestra optimista, y asegura que la industria cartonera latinoamericana deberá apoyarse en las tendencias globales que juegan a su favor para salir airosa.
A su criterio, el aumento del uso de cajas corrugadas en alimentos y bebidas seguirá siendo un motor clave para la demanda del sector, más aún si se considera el peso de las exportaciones de productos agrícolas y carnes en las economías de la región. Asimismo, aún hay espacio para el crecimiento del e-commerce en Latinoamérica, donde las ventas online están menos desarrolladas si se compara con Norteamérica o Europa.
Por último, asegura, la industria del cartón corrugado puede sacar provecho de la sustentabilidad de sus productos, en pos de sustituir envases y embalajes fabricados con otros materiales, particularmente plástico.