Al controlar la humedad en los diferentes de adhesión del papel se evitan gastos de energía por demás y se generan eficiencias en la velocidad de la corrugadora.
La humedad es la causa principal de combinado y efecto lavadero en la lámina corrugada.
El manejo y control adecuado de la humedad en el proceso corrugado es crítico para producir lámina plana y con superficie uniforme.
Pero, ¿cómo el control de la humedad de los papeles, además de incidir en la producción de la lámina, afecta la sostenibilidad del proceso y el producto final? ¿Qué papel desempeña el consumo y gestión de energía para optimizar el trabajo en la onduladora?
Con estas importantes interrogantes, Emilio Carpio, director técnico de Kohler Coating, USA, inició la charla técnica impartida en el marco de la ExpoACCCSA, dirigida a corrugadores de toda Latinoamérica, muchos de ellos, sus clientes actuales.
“Usamos el calor para aumentar la temperatura del papel para así poder gelatinizar bien el almidón que aplicamos, pero también para gestionar la humedad final del cartón y todo esto implica gasto de energía”, explicó el especialista al dimensionar cómo esta variable está en todo el proceso.
El truco, dijo, es gastar la energía de la forma más eficiente, y con ello no solo provocar ahorros, sino asegurarnos la mayor calidad de la lámina.
Para ello es importante “al inicio del proceso, controlar la humedad del almidón, para que alcance su punto de gel, humedecer el papel evitando que se seque en el proceso, ya que esto afectará el pegado, pero sobre todo evitar a toda costa calentar hasta secar, para luego humedecer y volver a secar el exceso; que sólo generará más consumo de energía, y por supuesto, gastos”, acotó en la presentación acompañada de gráficas de los procesos y el comportamiento de las fibras del papel de las láminas corrugadas.
Carpio, aseguró con ejemplos que, bajando temperatura, bajando almidón, aumentando humedad en la corrugadora, es posible asegurar un proceso más eficiente y sostenible.