La sostenibilidad en el diseño de empaques se basa en un equilibrio entre fibras frescas y recicladas. Según investigaciones recientes, un 62% de los consumidores asocia la sostenibilidad de un producto con el uso de materiales reciclados. Sin embargo, es crucial destacar que depender únicamente de fibras recicladas no es viable a largo plazo.
El ciclo de reciclaje del cartón tiene un límite: las fibras de madera pierden calidad tras cada ciclo, permitiendo entre cinco y siete reciclajes antes de requerir refuerzo con fibra fresca. Este balance asegura la continuidad del ciclo y mantiene la resistencia del material, fundamental en aplicaciones exigentes.
Ejemplo de innovación en este campo es el desarrollo de papeles de dos capas, donde la capa interna es reciclada y la externa de fibra virgen, garantizando resistencia, estética y sostenibilidad en una sola solución.
El cartón corrugado debe cumplir múltiples funciones más allá de proteger productos. Por ejemplo, en sectores como el alimenticio, un diseño deficiente que permita daños en los productos podría aumentar los desechos y, por ende, las emisiones de carbono.
En este contexto, elegir el tipo de cartón adecuado es determinante, ya que cada variante ofrece ventajas específicas según las necesidades del empaque. Los papeles reciclados son ideales para empaques ligeros y atractivos para consumidores que priorizan la circularidad, mientras que los kraftliners de fibra mixta destacan en aplicaciones que requieren alta resistencia, siendo perfectos para productos pesados al reducir costos de transporte gracias a su ligereza. Por otro lado, el fluting semiquímico es la opción óptima para trayectos largos y condiciones desafiantes, como el transporte de frutas frescas. Esta adaptabilidad permite a los fabricantes minimizar desperdicios y maximizar el rendimiento funcional de cada empaque.
El proceso de fabricación del cartón también define su sostenibilidad. Los avances tecnológicos en las plantas de producción, como la mejora en eficiencia energética y la reducción de residuos, son esenciales. Iniciativas globales como las inversiones en infraestructura sostenible están permitiendo a las empresas del sector disminuir significativamente sus emisiones y el consumo de recursos clave como el agua.
Los datos del International Corrugated Case Association (ICCA) reflejan un crecimiento sostenido en la producción de cartón corrugado en regiones clave, reforzando la importancia de la innovación para satisfacer la creciente demanda sin comprometer los principios de la economía circular.
El diseño sostenible de empaques con cartón containerboard no es solo una opción viable, sino una necesidad en un mercado cada vez más consciente del impacto ambiental. Optar por soluciones que equilibren fibras recicladas y frescas, adapten el material a las necesidades específicas del producto y optimicen los procesos de fabricación garantizará no solo la sostenibilidad, sino también la competitividad en un mundo que exige responsabilidad ambiental.