Un cambio de narrativa tras la COP30
Tras la COP30, el Centro de Investigación Mirova y Sweep presentaron el Marco de Contribución Climática (CCF), una metodología pionera que amplía la forma en que se mide el aporte empresarial a la transición hacia el neto cero global. La herramienta representa una evolución frente a los enfoques tradicionales, centrados únicamente en la reducción de emisiones, y propone una visión integral del impacto corporativo en el clima.
El CCF surge en un momento decisivo: a una década del Acuerdo de París, la acción climática enfrenta estándares superpuestos, avances desiguales y un estancamiento en la reducción de emisiones. Este marco ofrece una respuesta clara y basada en la ciencia a la necesidad de evaluar el rol real de las empresas como actores de cambio.
Una visión más amplia de la contribución climática
A diferencia de los inventarios de carbono tradicionales, el CCF incorpora elementos que suelen quedar fuera de la contabilidad ambiental, como la innovación, la influencia política, la inversión en soluciones climáticas y la generación de impacto positivo más allá de la huella propia.
La metodología se estructura en tres palancas adaptadas a cada sector:
Cada dimensión se pondera según su relevancia sectorial, permitiendo comparaciones más justas entre industrias con roles distintos en la economía.
Una herramienta para empresas, inversionistas y gobiernos
El CCF se posiciona como un metamarco compatible con estándares ya existentes —como SBTi, planes de transición y normas de reporte corporativo—, reduciendo duplicidades y fortaleciendo la coherencia entre sistemas. Su diseño permite ser utilizado por:
Con el respaldo de organizaciones como EDF, Veolia, Orange, Schneider Electric y Renault Group, el CCF busca consolidarse como el nuevo referente global en acción climática corporativa.
Implicaciones para la industria del corrugado en América Latina
Para el sector del cartón corrugado —clave en los sistemas de logística, exportación y economía circular— este marco abre nuevas oportunidades y exigencias. La capacidad de demostrar contribuciones más allá de la reducción de emisiones permitirá:
En una región donde el corrugado es un motor de desarrollo industrial, marcos como el CCF pueden ayudar a posicionar a las empresas latinoamericanas en un ecosistema global que demanda transparencia, comparabilidad e impacto verificable.
Hacia una acción climática más clara y coherente
El Marco de Contribución Climática propone una visión más amplia y justa sobre cómo las empresas pueden impulsar el cambio. Al integrar innovación, financiamiento y soluciones reales para la descarbonización, la herramienta invita a la industria a repensar su rol como protagonista en la transición hacia un modelo más sostenible.
Para los actores del corrugado, el CCF representa una guía concreta para avanzar en estrategias climáticas más robustas, medibles y alineadas con el futuro del mercado.