Sostenibilidad

Un nuevo estándar global para medir la acción climática corporativa

Escrito por Silvia Conejo Ventura | Dec 10, 2025 4:00:26 PM

Un cambio de narrativa tras la COP30

Tras la COP30, el Centro de Investigación Mirova y Sweep presentaron el Marco de Contribución Climática (CCF), una metodología pionera que amplía la forma en que se mide el aporte empresarial a la transición hacia el neto cero global. La herramienta representa una evolución frente a los enfoques tradicionales, centrados únicamente en la reducción de emisiones, y propone una visión integral del impacto corporativo en el clima.

El CCF surge en un momento decisivo: a una década del Acuerdo de París, la acción climática enfrenta estándares superpuestos, avances desiguales y un estancamiento en la reducción de emisiones. Este marco ofrece una respuesta clara y basada en la ciencia a la necesidad de evaluar el rol real de las empresas como actores de cambio.

Una visión más amplia de la contribución climática

A diferencia de los inventarios de carbono tradicionales, el CCF incorpora elementos que suelen quedar fuera de la contabilidad ambiental, como la innovación, la influencia política, la inversión en soluciones climáticas y la generación de impacto positivo más allá de la huella propia.

La metodología se estructura en tres palancas adaptadas a cada sector:

  • Reducción de la huella de carbono: desempeño real en los alcances 1, 2 y 3.
  • Soluciones climáticas: productos, servicios y procesos que permiten evitar o eliminar emisiones en terceros.
  • Financiación climática: capital dirigido a tecnologías limpias y soluciones basadas en la naturaleza.

Cada dimensión se pondera según su relevancia sectorial, permitiendo comparaciones más justas entre industrias con roles distintos en la economía.

Una herramienta para empresas, inversionistas y gobiernos

El CCF se posiciona como un metamarco compatible con estándares ya existentes —como SBTi, planes de transición y normas de reporte corporativo—, reduciendo duplicidades y fortaleciendo la coherencia entre sistemas. Su diseño permite ser utilizado por:

  • Empresas, para evaluar su liderazgo climático, planificar inversiones y demostrar impacto real.
  • Inversionistas, para comparar desempeño y dirigir capital hacia estrategias con mayor potencial de transformación.
  • Responsables de políticas públicas, para desarrollar regulación basada en evidencia.
  • Sociedad civil, para fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas.

Con el respaldo de organizaciones como EDF, Veolia, Orange, Schneider Electric y Renault Group, el CCF busca consolidarse como el nuevo referente global en acción climática corporativa.

Implicaciones para la industria del corrugado en América Latina

Para el sector del cartón corrugado —clave en los sistemas de logística, exportación y economía circular— este marco abre nuevas oportunidades y exigencias. La capacidad de demostrar contribuciones más allá de la reducción de emisiones permitirá:

  • poner en valor la innovación en empaques sostenibles,
  • destacar inversiones en reciclaje y circularidad,
  • evidenciar el aporte del sector a la sustitución de materiales de mayor impacto,
  • visibilizar esfuerzos de electrificación, eficiencia energética y reducción de residuos,
  • fortalecer la credibilidad de los compromisos ESG ante clientes globales.

En una región donde el corrugado es un motor de desarrollo industrial, marcos como el CCF pueden ayudar a posicionar a las empresas latinoamericanas en un ecosistema global que demanda transparencia, comparabilidad e impacto verificable.

Hacia una acción climática más clara y coherente

El Marco de Contribución Climática propone una visión más amplia y justa sobre cómo las empresas pueden impulsar el cambio. Al integrar innovación, financiamiento y soluciones reales para la descarbonización, la herramienta invita a la industria a repensar su rol como protagonista en la transición hacia un modelo más sostenible.

Para los actores del corrugado, el CCF representa una guía concreta para avanzar en estrategias climáticas más robustas, medibles y alineadas con el futuro del mercado.