Los importadores occidentales están reportando un marcado aumento en las tarifas de los envíos marítimos y de retrasos de semanas a medida que los transportistas desvían buques del Mar Rojo para evitar los ataques de los rebeldes hutíes.
El conflicto ha provocado la interrupción del tráfico a través del Canal de Suez (una vía navegable crucial, que representa entre el 10% y el 15% del comercio mundial y el 30% del transporte global de contenedores) impactando considerablemente la ruta comercial Asia-Europa.
Adicionalmente, la sequía en el Canal de Panamá agrega complicaciones, aumentando el riesgo de escasez de contenedores a medida que los barcos y contenedores pasan más tiempo en tránsito.
Dada las circunstancias, también los itinerarios pueden presentar tiempos de tránsito más prolongados y posibles interrupciones en los itinerarios podrían provocar cierta congestión portuaria en los hubs de importación y escasez de contenedores vacíos que también podría sentirse incluso más allá de los servicios del Mar Rojo.
De acuerdo con especialistas, la situación está haciendo que las navieras den una vuelta más larga, más costosa y esto incrementa los fletes, pero además, es posible esperar al mismo tiempo que la demanda por envíos esté aumentando a medida que los expedidores y propietarios de la carga intentan realizar envíos con mayor anticipación para adaptarse a tiempos de tránsito más largos y ganar pedidos.
Lo anterior ya muestra un efecto, según el indice Drewry World Container de un incremento en el precio de los fletes de un 85% en tan solo tres semanas, lo que evidencia la gravedad de la situación.
Aunque estos hechos estén ocurriendo tan lejos, lo cierto es que su efecto se sentir[a2a tambien en la región, producto de la globalización de las economías. En esta linea la afectación y los costos, sin duda, deberán ser asumidos por exportadores o importadores, afectando el última instancia al consumo interno.