El reto de las empresas: aprender a ser sostenibles
"¡La sostenibilidad no tiene sentido por sí sola! Se requiere un enfoque asociativo, local y que sea relevante para las personas"
Jurgita Girzadiene, en su rol como Directora de Sostenibilidad de Smurfit Kappa en Europa y con varios años de experiencia, sostiene que las empresas cuentan con la información, y están listas para transformar sus modelos de negocio e integrar acciones de sostenibilidad en su estrategia.
Estoy segura de que las empresas están listas. ¿Por qué? ¡Porque nosotros, los humanos, estamos listos! Las empresas y sus modelos de negocio no son una parte diferente de nuestra realidad; si experimentamos el cambio climático personalmente, ¿por qué deberíamos esperar como empresas para abordarlo?
Sobre esa línea, fuimos delineando una esta conversación con la especialista, que por supuesto nos llevó a través de los desafíos de la sostenibilidad que apremian para las empresas, y particular, por supuesto, a la industria del papel y el embalaje; así como su visión sobre lo actuado y pendiente en América Latina.
¿Cómo consideras que ha evolucionado la conversación sobre la sostenibilidad en todo el mundo?
La sostenibilidad no es un tema nuevo en la agenda global, pero es un tema que está en constante cambio. Veo que el enfoque en ciertos temas de sostenibilidad va y viene, dependiendo de la situación global. Hace veinte años, la deforestación estaba muy presente en la agenda, luego el comportamiento ético de los participantes en la cadena de suministro fue más relevante, y últimamente la acumulación de residuos en la naturaleza, y por supuesto, el cambio climático.
También percibo que diferentes partes del mundo tienen diferentes enfoques, nuevamente, dependiendo de la situación local y los desafíos que son más tangibles y dolorosos a nivel local. La sostenibilidad es un tema global con relevancia local.
¿Cuáles son los aspectos positivos y negativos en torno a esa conversación global?
Creo que la sostenibilidad tiene mucho que ver con la educación; siempre se necesita un contexto más amplio para comprender los impactos y tomar decisiones informadas para reducir tanto el impacto personal como el empresarial.
Lo positivo de que diferentes partes del mundo se centren en diferentes temas de sostenibilidad es que se recopila mucho conocimiento y se realizan investigaciones, por lo que no necesitamos reinventar la rueda en otro lugar. El aspecto negativo es que si no nos enfocamos todos, podríamos perder la oportunidad de tener un impacto real. Tomemos el cambio climático como ejemplo: para tener un impacto real en revertir el cambio climático, todos deberíamos trabajar hacia ese objetivo.
Y ¿cómo crees que está evolucionando en América Latina?
Creo con orgullo que Europa lidera en muchos temas de sostenibilidad. Otros países nos están siguiendo, incluidos países de América Latina. Pero seguir tampoco es malo, ya que cuando sigues, no necesitas recorrer todo el camino, sino simplemente adoptar la última solución que funciona; en cierto modo, seguir te permite acortar el camino.
Y lo que podemos aprender de América Latina es el enfoque social; creo que son más sensibles en ese aspecto y tienen ejemplos mucho más impactantes y conmovedores de los que deberíamos aprender.
A menudo no nos enfocamos en eso aquí en Europa debido a la legislación, por lo tanto, no dedicamos nuestros corazones a eso, como deberíamos.
Un enfoque local es crucial; sin él, la sostenibilidad no será relevante para las personas en el terreno.
Es difícil preocuparse por el cambio climático cuando vives al lado de un terrible vertedero, que esencialmente es una pérdida de recursos, junto con la contaminación del aire, el agua y la tierra. Los desafíos locales deben ser una prioridad, solo entonces tendremos personas comprometidas que, después de solucionar el desafío local, pueden centrarse en problemas más globales.
¿Crees que las asociaciones empresariales son importantes para que las empresas logren acciones efectivas en sostenibilidad?
¡Absolutamente! La sostenibilidad no tiene sentido por sí sola. No es casualidad que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU sea "asociación para la cooperación", lo que demuestra la importancia de cooperar, aprender, escalar y tener un impacto real y mayor en el camino para reducir el cambio climático (desarrollar nuevas tecnologías juntos), el uso circular de los recursos (construir infraestructuras que conecten a diferentes actores del mercado con sus influencias) o cualquier tema social, que a menudo es una cuestión de colaboración y comportamiento ético de las cadenas de suministro globales.
¿Qué hay de la legislación y el cumplimiento de la misma? ¿Qué se podría hacer para que realmente haya un compromiso con acciones que marquen la diferencia?
Considero que la legislación es necesaria para establecer condiciones equitativas para todos.
Independientemente del cumplimiento de la legislación local, si tu producto se consume en otro lugar, también debes cumplir con la regulación de ese lugar. De esta manera, la competencia es equitativa y justa.
Tampoco creo que debamos esperar a que la legislación nos diga qué hacer, para hacer lo correcto. Conociendo el contexto global y los hechos en torno a la necesidad de energía verde o la reducción del consumo de recursos, deberíamos comenzar a actuar ahora mismo, no esperar a que la legislación formalice eso. Nunca es demasiado pronto para empezar a hacer lo correcto.
¿Están listas las empresas para transformar sus modelos de negocio para integrar acciones de sostenibilidad en su estrategia?
Estoy segura de que las empresas están listas y las veo a ellas y a sus modelos de negocio solo como una arena más grande para ayudar con los desafíos globales. Deberíamos alentar a las empresas a ser más humanas y adoptar un pensamiento y una actuación humana.
La incapacidad de las empresas para actuar no debería atribuirse a los negocios, sino a las personas que dirigen estos negocios.
¿Cómo podríamos educar a las personas y específicamente a los empleados para que sientan que tienen un papel en marcar la diferencia?
En primer lugar, antes de educar, deberíamos crear un ambiente saludable para la curiosidad en nuestros lugares de trabajo, así como en el hogar. Vivimos en un mundo donde las cosas cambian rápidamente, y, si algo importa, es cuánto tiempo dedicas como individuo a aprender, educarte y formarte. Creo que es responsabilidad individual de cada uno.
En segundo lugar, en estos días hay tantas oportunidades y posibilidades, desde módulos de educación inteligente con soporte de IA (estamos piloteando uno en Smurfit Kappa para aprendizaje interno) hasta seminarios web en vivo que se graban para revisar posteriormente si no pudiste participar, hasta múltiples fuentes de conocimiento externas, artículos, libros, investigaciones, estudios, etc.
Existen numerosas formas de difundir el conocimiento y educar, pero fundamentalmente, los individuos deben reconocer el valor del aprendizaje, ya que no se puede introducir conocimiento a la fuerza en la mente de alguien; él o ella deben estar dispuestos y abiertos a que entre el nuevo conocimiento.
¿Qué crees que la industria del papel y el embalaje puede hacer o debería seguir haciendo para dar ejemplo?
En primer lugar, no podemos simplemente sentarnos y relajarnos en la imagen verde que tenemos. Necesitamos enfocarnos en difundir esto clara y consistentemente, basado en hechos, siendo transparentes y creíbles.
El papel proviene de una fuente renovable; el embalaje a base de papel es el embalaje más recogido y más reciclado. ¿Sabías que el papel se puede reciclar hasta 25 veces (según un estudio de una universidad austriaca)? Y en el desafortunado caso de que termine en la naturaleza como residuo, no lo destruiría, sino que se biodegradaría naturalmente en un par de meses. Esa es una imagen muy sólida basada en hechos, que el embalaje a base de papel debería seguir fortaleciendo, y además, comunicar más fuerte y valientemente.
Tenemos un producto fantástico, que permite que los productos viajen de manera segura por todo el mundo, desde los productores hasta los consumidores, y el embalaje a base de papel es el embalaje más sostenible para hacer ese trabajo.
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