Prácticas innovadoras para optimizar procesos
Tecnología y visión a largo plazo contribuyen en introducir cambios positivos
El reto es siempre caminar en busca no solo de mejorar la calidad sino también de encontrar los medios para optimizar los procesos en las plantas corrugadoras.
Para conseguir ese objetivo, es momento de volver los ojos no solo a temas de tecnología o maquinaria, sino también a la planificación estratégica, la cultura organizacional y el talento humano, como pilares fundamentales para los procesos de mejora continua.
Automatizar procesos, invertir en el equipo adecuado y darle un mantenimiento frecuente, son algunas acciones que pueden contribuir con alcanzar la meta, pero que, sin duda, deben de ir de la mano con otros esfuerzos igual de importantes y significativos.
Oswaldo Thuler de Kiwiplan, compartió dos de las prácticas consideradas más innovadoras por parte de algunos de sus clientes. Una de ellas, lo que denomina como el verdadero “Pull Schedulling”, uno de los conceptos centrales para las plantas que utilizan la solución Kiwiplan.
“La planificación de la producción Pull-Scheduling se lleva a cabo utilizando los módulos PCS y CSC juntos. Kiwiplan es el único proveedor de software para la industria del cartón corrugado que trabaja con el verdadero concepto de Pull-Scheduling, lo que significa realmente extraer toda la planificación de un pedido, pasando por todos los pasos del proceso, desde el final (entrega al cliente) al principio (demanda de papel), sin saltarse partes que luego serían empujadas a los siguientes pasos”, explicó Thuler.
En este proceso, el algoritmo de programación funciona de acuerdo con la configuración de cada planta, que apuntan a lograr objetivos específicos. “Con una verdadera Programación Pull, la planta puede producir lo que necesita, cuando lo necesita, reduciendo los inventarios de productos terminados y en proceso, sin comprometer las entregas a tiempo”, agregó el representante de Kiwiplan.
Precisamente, las herramientas de control de inventario de papel (Módulo RSS) y de material en proceso y producto terminado (Módulo ULT) ayudan a la planificación, con información rápida y confiable para la correcta ejecución del Pull-scheduling.
Otro aspecto importante tiene que ver con el impulso de iniciativas de industria 4.0, dado que los clientes buscan la automatización industrial y la integración de diferentes tecnologías, con el objetivo de impulsar la digitalización de las actividades industriales, mejorar los procesos y aumentar la productividad.
“La solución Kiwiplan permite la capacidad de interactuar con máquinas como onduladoras, máquinas de conversión, transportadores, pantallas/tableros de comunicación de rendimiento, contadores de láminas, paletizadoras, equipos de calidad, monta cargas y más. Esto permite la recopilación de datos en tiempo real, la automatización de la planificación y el control de la producción, así como la generación de datos de rendimiento, control de inventarios, reportes e inteligencia de negocios”, concluyó Thuler.
Reducción de residuos
Otro elemento que refleja la optimización en los procesos, está relacionado con la reducción de menos residuos gracias a la aplicación de soluciones modulares y flexibles que optimizan la eficiencia del corrugador, con una disminución en el desperdicio de papel a lo largo del proceso de conversión y fabricación.
Entre las principales funciones destaca que este sistema aumenta la velocidad y la calidad de los equipos con sus herramientas de control integradas en lazo cerrado, que garantizan una visibilidad total del material en rollo, basado en la tecnología innovadora de trazabilidad completa.
De esta forma, la solución aplicada permite maximizar la producción asegurando un tiempo de inactividad mínimo de la corrugadora. Además del impacto positivo en el medio ambiente, al ahorrar recursos, el sistema contribuye a aumentar las ventas al hacer que los equipos existentes sean más eficientes.
“El módulo Corrugated Business System (CBS) hace que los presupuestos sean mucho más avanzados y la gestión del trabajo gana dinamismo. “¡El software corrugado cambia las reglas del juego! Cuando un cliente llama para preguntar sobre el estado de su pedido, proporcionamos actualizaciones instantáneas en tiempo real. Esto nos da una ventaja competitiva en el mercado”, dijo Racel Accorsi, Gerente de Servicio al Cliente de StandFast Packaging Group”.
Visión 2030
Cristina Cubero Lazo, consultora en Talento y Transformación Organizacional, nos lleva a un recorrido por lo que es la fabricación del sector manufacturero del 2030, donde más allá de la tecnología, pesan otros muchos aspectos a tomar en consideración.
De acuerdo con Cubero, los cambios que deben suceder en las “líneas de producción” son complejos pero urgentes para lograr un fábrica más sostenible y competitiva.
Línea de producción 1: nueva productividad, nuevas métricas sociales, ambientales y gobernanza, nuevos sistemas de talento. El primer paso para dinamizar el talento es cambiar el molde de los sistemas de talento, dado que el entorno es radicalmente evolucionado. La dinámica, tareas, quién hace el trabajo y qué trabajo se hace en la fábrica del 2030 es nuevo y por tanto debe gestionarse con nuevos modelos.
¿Cómo se compensa?, ¿Cómo se diseñan los puestos?, ¿Cómo dentro de un sistema históricamente estructurado se puede impulsar la agilidad, flexibilidad y redes más que silos?, ¿Cómo calibrar ética y competitivamente la distribución del trabajo humano- máquina?
“El nuevo perfil humano de fábrica responde a un núcleo de trabajo de nuevas habilidades, creatividad, solución de problemas y gestión de colaboración humano- robot. Por esto, técnicas de diseño de experiencia colaborador pueden apoyar la recalibración de los sistemas de talento y orienten la configuración de nuevos puestos. En definitiva, la fábrica inteligente tendrá una nueva productividad y nuevas formas de medir el desempeño”, explicó Cubero.
Línea de producción 2: Escasez de talento y aumento del desempleo, balance de pérdidas y ganancia. Cubero destaca que es un desafío entender la reconfiguración humano - máquina, qué nuevos puestos pueden emerger para los humanos colocando la ética y la innovación en el centro de las decisiones. Los buenos trabajos nacen en esta era, pero deben ser ocupados por buenos talentos. El mayor riesgo es tener una fábrica inteligente sin humanos que puedan activarla y liderarla. Para ello es fundamental, catalizar algunas estrategias, por ejemplo:
La reconversión de profesionales de otros sectores y apoyo a los desplazados en fábricas para su reinserción con buenos trabajos en fábricas inteligentes.
Ser un actor activo en la preparación de la fuerza laboral del futuro adelantando las necesidades y generando capacidades humanas- blandas desde ahora unido a los conocimientos técnicos en evolución: habilidades mecánicas, programación, seguridad de redes, operación de robots, sensores, hidráulica. Extender sus programas de formación con alianzas público- privadas y esquemas de formación duales.
Impulsar la diversidad e inclusión.
Nuevos puestos: La identificación de nuevos puestos que vinculan robot- humano (operador, entrenador, supervisor de robots)
Línea de producción 3: Organizaciones radicalmente abiertas y conectas. La economía es cada vez más radicalmente abierta. En el caso de manufactura, los problemas en cadenas de suministros, impactos ambientales, huelgas y otras crisis, provocan que la dinámica de proveedores se diversifique. Esto, desde talento, implicará varios temas:
La consistencia en la cultura y valores, que permiten que la promesa de valor comercial se mantenga.
La necesidad de mayores habilidades de manejo de datos para diseño de estrategias de optimización geográfica y por tanto de costos.
Nuevos puestos: Nuevas habilidades del personal para la gestión de las formas de negocio emergentes, por ejemplo, nace el puesto del analista predictivo de redes de suministro.
Línea de producción 4: El poder y los peligros del dato y la tecnología. Muy a tono con los tiempos actuales, Cubero explica que, en medio de una fábrica digital un nuevo riesgo se oculta: ciberseguridad. En una fábrica conectada un problema tecnológico tiene el poder del dominó, todo puede fallar simultáneamente.
Uno de los retos organizacionales es activar la cultura de riesgo. Convertir a toda la planta en gestor de riesgo y cumplimiento.
Nuevos puestos: Perfilar posiciones que superan el tradicional gestor de seguridad ocupacional y se transforma en un gestor integral de seguridad y continuidad operativa, integrando un mayor espectro de riesgos, incluida la ciberseguridad.
Cubero concluye con un llamado a los líderes visionarios para que vayan construyendo desde ya las bases.
“La recalibración de las “líneas de producción” permitirá la producción de fábricas inteligentes, sostenibles y exitosas con un adecuado equilibrio hombre- máquina, para esto necesitamos líderes visionarios que adelanten el 2030 y lo construyan ahora, abrazando los datos, la tecnología, pero sobre todo el cambio de mentalidad y operativa de la fábrica, como impulsores del bienestar y desarrollo humano, única maquinaria posible para la nueva productividad y éxito”, subrayó la consultora.
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