Mercado del papel 2025: claves para entender su impacto en la industria del corrugado en la región

Durante el primer semestre de 2025, los aumentos de precios en EE. UU. comenzaron a generar tensiones en los mercados globales del papel. Sin embargo, su efecto sobre América Latina ha sido más matizado de lo que se proyectaba. Así lo explica Rafael Barisauskas, economista senior de Fastmarkets:

“El impacto ha sido moderado y diferenciado por segmento y región. Los precios del containerboard en EE. UU. se mantuvieron relativamente estables, y aunque hubo alzas puntuales en kraftliner y testliner, no se trasladaron de forma inmediata al mercado latinoamericano”.

México, uno de los principales destinos del papel estadounidense, registró un alza de apenas 4 % en el precio del liner reciclado respecto al año anterior, con un promedio de MXN 13.000 por tonelada. Para Barisauskas, esta estabilidad responde a dinámicas internas como la incertidumbre política, más que a las condiciones del mercado internacional.

En contraste, Brasil logró aplicar aumentos en papeles vírgenes y reciclados gracias a una demanda doméstica sólida, mientras que Argentina enfrentó una baja en precios internos impulsada por la apertura comercial y la competencia importada.

Centroamérica y Caribe: dependencia estructural e impacto logístico

En Centroamérica y el Caribe, el escenario es distinto. “Se mantiene una alta dependencia de las importaciones, sobre todo en tissue y cartulinas”, advierte Barisauskas. A pesar de ciertas inversiones en capacidad instalada, países como Guatemala, El Salvador y República Dominicana siguen siendo importadores netos.

Los problemas logísticos internacionales tampoco ayudan. “La congestión portuaria en Asia y Europa ha encarecido los fletes y afectado tanto las exportaciones de frutas como el suministro de papel para empaque”, señala. Esto ha repercutido directamente en los costos operativos y en la demanda final de embalajes.

Sudamérica: resiliencia exportadora y tensiones internas

En el sur del continente, la industria muestra una resiliencia marcada por contrastes. Brasil continúa liderando las exportaciones de kraftliner y productos alimentarios empacados en papel, incluso ante una apreciación del real. “Las nuevas líneas de producción en tissue permiten sostener las exportaciones y compensar el tipo de cambio”, explica el analista.

En cambio, Chile y Perú enfrentan retos logísticos y de mercado. La sobreoferta de uva chilena redujo la demanda de embalajes en EE. UU., mientras que Perú muestra signos de recuperación en tissue, pero con fuerte competencia externa. “Argentina ha sido golpeada por la devaluación del peso y la escasez de reservas, lo que encarece insumos y limita la competitividad”, agrega.

Aranceles, incertidumbre política y tipo de cambio: riesgos latentes

El panorama comercial también se ha vuelto más complejo. En mayo, México impuso una cuota del 31.5 % al papel bond brasileño, y Colombia adoptó medidas similares contra productos de empresas como Suzano y Sylvamo. Para Barisauskas, esto podría generar distorsiones en el comercio intrarregional.

Además, una posible reconfiguración política en EE. UU. plantea el riesgo de nuevos aranceles a productos mexicanos y canadienses, lo que aumentaría la volatilidad del mercado. “La incertidumbre es ahora un factor soberano. Nadie quiere enviar una carga para descubrir que está sujeta a nuevos impuestos en tránsito”, afirma.

A esto se suma la presión del tipo de cambio en países como Argentina y Colombia, que dificulta la planificación de importaciones y exportaciones, y amplía la brecha entre oferta y demanda.

Recomendaciones estratégicas: cómo prepararse para lo que viene

Barisauskas destaca cuatro medidas clave para que las empresas de la industria corrugadora enfrenten este nuevo ciclo con mayor solidez:

• Diversificación de proveedores: “Reducir la dependencia de EE. UU. y Asia y fortalecer alianzas regionales es clave”.
• Automatización e innovación: “Permite liberar recursos para I+D y mejorar la eficiencia operativa”.
• Coberturas financieras: “Frente a la volatilidad del tipo de cambio y los fletes, las coberturas logísticas y cambiarias son fundamentales”.
• Inventarios inteligentes: “El modelo just-in-time flexible puede equilibrar el costo con la capacidad de reacción ante disrupciones”.

 Con un pronóstico de crecimiento del 3.3 % para el consumo de papeles corrugados en América Latina en 2025, según Fastmarkets, el mercado aún ofrece oportunidades. “Pero serán para quienes tomen decisiones informadas, estratégicas y con visión regional”, concluye Barisauskas.

En un entorno cada vez más volátil, las empresas que logren leer las señales del mercado, gestionar los riesgos y apostar por la eficiencia serán las que definirán el futuro del corrugado en la región.