Cartón corrugado ante las nuevas reglas del juego: sostenibilidad, certificaciones y sustitución del plástico
La nueva regulación de la Unión Europea sobre envases y residuos plantea un punto de inflexión para el sector del packaging
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El Parlamento Europeo aprobó a finales de 2024 el Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR, por sus siglas en inglés), un marco legal que redefine el futuro de los materiales utilizados en empaques. El nuevo reglamento tiene como meta garantizar que todos los envases puestos en el mercado sean reciclables de forma económicamente viable antes de 2030, con miras a reducir residuos, fomentar la reutilización y mejorar la eficiencia del mercado interior.
El cartón corrugado, por su estructura reciclable y su origen renovable, se posiciona como uno de los materiales más alineados con este nuevo paradigma. Actualmente, tiene una tasa de reciclaje superior al 90% en Europa y un contenido medio reciclado del 89%, según datos de FEFCO, lo que lo convierte en uno de los envases más circulares del continente.
La normativa también establece una reducción obligatoria del 15% en los residuos de envases per cápita para 2040. Esta meta implica repensar los formatos de envase, especialmente en sectores donde el plástico de un solo uso ha sido predominante. Así, la capacidad del cartón corrugado de adaptarse a múltiples usos industriales sin comprometer su ciclo de vida sostenible lo vuelve un sustituto estratégico.
Asimismo, el reglamento promueve el uso de materiales compostables solo cuando sea funcionalmente necesario y respaldado por evidencia científica, lo que favorece materiales con una trazabilidad clara y una cadena de suministro controlada, como el cartón certificado. En este contexto, certificaciones como FSC®, PEFC y otras ecoetiquetas de desempeño ambiental tomarán un rol protagónico en la diferenciación de productos en el mercado.
Si bien el foco regulatorio ha estado puesto en envases plásticos, las exigencias en materia de trazabilidad, etiquetado, contenido reciclado y minimización de residuos afectan transversalmente a todos los actores. Los fabricantes de soluciones en cartón deberán demostrar la inocuidad de sus materiales, especialmente en aplicaciones alimentarias, así como su compatibilidad con sistemas de reciclado ya existentes.
Por otra parte, el nuevo marco regulatorio de la UE propone la armonización de normas entre los Estados miembros, lo cual facilitará el flujo de mercancías dentro del bloque. No obstante, también establece un estándar elevado para las empresas exportadoras fuera de Europa. El cartón corrugado latinoamericano que aspire a ingresar o mantenerse en este mercado deberá adecuarse a estos requisitos desde el diseño estructural y gráfico de sus envases hasta su validación documental.
Desde la industria corrugadora se reconoce que esta regulación representa no solo un reto normativo, sino una oportunidad para afianzar el rol del cartón como el material por excelencia de la transición ecológica. En palabras de Eleni Despotou, directora general de FEFCO: “La industria del cartón corrugado está comprometida con los objetivos del PPWR, promoviendo opciones de embalaje circulares en beneficio del medio ambiente y la sociedad”. Fuente: www.fefco.org
En ese sentido, el fortalecimiento de las certificaciones, la incorporación de tecnologías limpias, la innovación en diseño funcional y la inversión en comunicación ambiental se consolidan como pilares para el posicionamiento del sector. Los envases ya no solo deben proteger el producto, sino también sostener el relato de marca en clave de sostenibilidad.
El cartón corrugado, al ser un material versátil, con altos estándares de reciclabilidad y bajos niveles de impacto ambiental, representa una solución eficaz para cumplir con los nuevos requisitos europeos, al tiempo que potencia su valor como embajador de marcas responsables.
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