Economía circular en el cartón corrugado: cifras que transforman el sector
El reciclaje de cartón corrugado se consolida como motor de sostenibilidad en América Latina

El cartón corrugado mantiene en Europa tasas de reciclaje superiores al 80 %, pero en América Latina el panorama es más diverso. México lidera con entre 60 y 65 % de recuperación anual, gracias a políticas públicas y esfuerzos privados que han fortalecido la cadena de reciclaje. Brasil le sigue con una tasa cercana al 60 %, impulsada por su extensa red de recolectores urbanos y programas estatales de gestión de residuos. En Colombia, de acuerdo con cifras de la ANDI, el país recupera alrededor de 650 mil toneladas de papel y cartón al año, mientras que en el Caribe naciones como República Dominicana y Puerto Rico han comenzado a implementar normativas más estrictas para separar materiales reciclables en origen.
En Centroamérica, el potencial es grande, pero la formalización aún es baja. Costa Rica y Guatemala muestran avances con iniciativas comunitarias y alianzas entre municipios y empresas privadas, aunque en países como Nicaragua y Honduras el reciclaje sigue muy ligado a la economía informal. La falta de infraestructura especializada y la limitada inversión en plantas de clasificación impiden que todo el material recolectado alcance estándares de calidad exigidos por la industria corrugadora.
Impacto económico y social
La economía circular no solo responde a un desafío ambiental, sino también económico. Según la Cámara Nacional de la Industria de la Celulosa y del Papel de México, por cada tonelada reciclada de papel y cartón se ahorran 2.5 m³ de espacio en rellenos sanitarios y se evitan emisiones significativas de CO₂ en el ciclo productivo.
En Brasil, diversas asociaciones de reciclaje estiman que la cadena de recolección y transformación de papel y cartón genera decenas de miles de empleos directos e indirectos, lo que evidencia su aporte al ingreso de miles de familias. Estos beneficios se replican en menor escala en toda la región, donde la formalización del sector sigue siendo un reto, pero también una oportunidad para ampliar el impacto social de la economía circular.
Claves para consolidar la circularidad
Para que América Latina logre cerrar el ciclo productivo en el corrugado, se requieren tres líneas de acción:
- Fortalecer la formalidad en la recolección, incorporando a los recicladores informales en cadenas certificadas.
- Impulsar marcos regulatorios con esquemas REP (Responsabilidad Extendida del Productor) que ya avanzan en Chile y Colombia.
- Fomentar alianzas público-privadas que aceleren inversiones en plantas de clasificación y tecnologías limpias.
Una oportunidad estratégica para la región
El futuro del corrugado en América Latina depende de cómo el sector integre sostenibilidad y competitividad. Iniciativas como el foro Revolución Greendustrial de ACCCSA, que reúne a líderes del sector, muestran que la región ya entiende la sostenibilidad como eje central de su desarrollo.
Un ejemplo es Empacar S.A., empresa boliviana y asociada de ACCCSA, que a través de su división de reciclaje y proyectos sociales como Tapitas x los Chicos impulsa alianzas con comunidades, fomenta la recolección inclusiva y apuesta por tecnologías limpias en sus procesos.
El reto está claro: superar las brechas de infraestructura y regulación para que el cartón corrugado no solo sea el empaque más reciclado del mundo, sino también el motor de un modelo circular inclusivo y competitivo en toda América Latina y el Caribe.
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