Generación Z en el fondo del escalafón de reciclaje
Un reciente estudio revela un preocupante déficit de reciclaje entre los jóvenes adultos
Datos poco alentadores muestran que la Generación Z, a pesar de ser percibida como la más ecoconsciente, es la que menos recicla. Según una encuesta realizada a 2 000 adultos por la empresa DS Smith, los jóvenes entre 18 y 27 años son los más propensos a desechar materiales reciclables, mientras que los Boomers lideran en hábitos de reciclaje.
La brecha generacional en el reciclaje
El estudio indica que solo el 19% de los Gen Z recicla todo su papel y cartón, en comparación con un 54% de los Boomers. A pesar de la creciente preocupación ambiental, el 92% de los jóvenes adultos admitió haber tirado a la basura algún material reciclable, simplemente porque no tenían ganas de limpiarlo.
Además, más de la mitad (53%) de los encuestados menores de 27 años expresó confusión sobre lo que se puede o no reciclar, lo que contribuye a prácticas incorrectas de separación de residuos. Al contrario, las generaciones mayores tienden a ser más meticulosas y constantes en sus hábitos de reciclaje tanto en el hogar como en espacios públicos.
Factores que complican el reciclaje para los más jóvenes
Expertos como la Dra. Joanne Rourke, de MyWaste, atribuyen estos comportamientos a las vidas ocupadas y la falta de atención en el momento de tomar decisiones sobre residuos. “El problema no es la falta de intención, sino el desajuste entre nuestras buenas intenciones y nuestras acciones”, comenta Rourke. A través de campañas como “Tómate un minuto antes de tirarlo", se busca que las personas, especialmente los jóvenes, hagan una pausa para reflexionar sobre el destino de los residuos.
Mientras las generaciones mayores reciclan con mayor frecuencia papel, cartón y botellas plásticas, los Gen Z muestran mayor desconexión, aunque son los primeros en señalar los errores de otros cuando no reciclan correctamente.
Para abordar esta desconexión generacional en el reciclaje, es crucial que tanto gobiernos como empresas redoblen sus esfuerzos en educación y concienciación ambiental. Sin un compromiso real y colectivo, el impacto negativo en el planeta seguirá creciendo. La Generación Z tiene el potencial de liderar un cambio significativo, pero es necesario que se les brinde el conocimiento y las herramientas adecuadas para que transformen sus intenciones en acciones concretas. Solo así se avanzará hacia un futuro más sostenible y responsable para todas las generaciones.
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