El reciclaje del cartón corrugado ha sido un pilar en la lucha por la sostenibilidad industrial, pero sigue presentando dificultades, especialmente en el contexto de la rápida expansión del comercio electrónico y las limitaciones de los programas de reciclaje residencial.
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Según un estudio del Laboratorio Nacional de Energías Renovables de Estados Unidos (NREL, por sus siglas en inglés), de los 110 millones de toneladas de residuos de papel y cartón generados en 2019, 62 millones (56%) terminaron en vertederos. Esta situación revela un desafío urgente para el reciclaje, que podría tener un valor estimado de 4 mil millones de dólares solo en el mercado de residuos no aprovechados.
Aunque las iniciativas comerciales han logrado una tasa de reciclaje del 93%, según la Asociación Americana de Papel y Bosques (AF&PA), el reciclaje residencial de cartón es considerablemente más bajo, alcanzando solo el 32%. “El reciclaje comercial de cartón es una de las grandes historias de éxito, pero el reciclaje residencial sigue rezagado y disminuye la tasa general”, asegura Scott Mouw, investigador principal de The Recycling Partnership. Esta disparidad refleja no solo la falta de acceso a programas adecuados, sino también la creciente demanda de empaques debido al comercio en línea.
El auge del comercio electrónico: un nuevo desafío
Con el aumento del comercio electrónico, exacerbado por la pandemia que aún hoy sigue mostrándonos sus secuelas, la cantidad de cartón utilizado en empaques ha crecido exponencialmente. Según el Buró del Censo de Estados Unidos (U.S. Census Bureau), las ventas en línea representan actualmente el 15% del total de ventas minoristas, lo que genera una acumulación significativa de residuos de cartón en el ámbito doméstico. Sin embargo, a pesar de que el 81% de los hogares con acceso a programas de reciclaje informan reciclar cartón, este no es el caso para una gran parte de la población. Apenas el 37% de los hogares multifamiliares tienen acceso al reciclaje en sus comunidades.
Este escenario no es homogéneo en todo el país. Mientras que los centros urbanos tienden a generar más residuos, la basura de las ciudades a menudo termina en áreas rurales, donde las tarifas de los vertederos son más bajas.
“El cartón sigue siendo el material más reciclado en los hogares con acceso a programas de reciclaje, alcanzando un 81%” — Informe del Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL).
Iniciativas y soluciones para cerrar la brecha
Para abordar estos desafíos, algunos estados de EE. UU. han implementado leyes de responsabilidad extendida del productor (EPR, por sus siglas en inglés), que obligan a las empresas a financiar el reciclaje de los productos que fabrican. Colorado, por ejemplo, reembolsa a los gobiernos locales los costos de reciclaje, incentivando así la creación de programas municipales que han mejorado las tasas de reciclaje en áreas residenciales.
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Si bien estas medidas son un paso en la dirección correcta, el camino hacia una tasa de reciclaje del cartón más elevada todavía enfrenta obstáculos. Con los vertederos como el tercer mayor emisor de metano —un gas de efecto invernadero que es 80 veces más potente que el dióxido de carbono a corto plazo—, la presión para reducir los desechos y alcanzar los objetivos de cero emisiones netas para 2050 sigue aumentando.
El futuro del reciclaje del cartón corrugado
El camino hacia una gestión sostenible del cartón corrugado depende de la capacidad de superar las brechas existentes en el reciclaje residencial y aprovechar las oportunidades en el ámbito comercial, tanto en Estados Unidos como en otras latitudes. La colaboración entre los gobiernos, las empresas y los consumidores será fundamental para crear un sistema más eficiente y accesible que permita reducir el impacto ambiental de los residuos de cartón. Los avances tecnológicos, junto con políticas como las leyes de responsabilidad extendida del productor, jugarán un papel crucial en la transformación de este sector.
Sin embargo, alcanzar una tasa de reciclaje más alta requiere un esfuerzo continuo y coordinado. La educación del consumidor, la inversión en infraestructura de reciclaje y la creación de incentivos para la participación de los hogares serán determinantes para cerrar la brecha entre el reciclaje comercial y residencial y por ende mejorar el desempeño total. Solo así se lograrán maximizar los beneficios ambientales y económicos del reciclaje del cartón corrugado, asegurando un futuro más sostenible para las próximas generaciones.
